Como siempre, vamos a recurrir a la RAE, a ver cómo nos define el “problema”, digo la palabra. 🙂
“Problema” – 1. Cuestión que se trata de aclarar.
2. Proposición o dificultad de solución dudosa.
3. Conjunto de hechos o circunstancias que dificultar la consecución de algún fin.
Y solo en el punto 4 tenemos “disgusto, preocupación”. (Toda la entrada de la definición de esta palabra puedes encontrar en este enlace. )
¿Como esto nos puede ayudar a solucionar nuestros problemas? ¿ Qué es lo primero que haces al topar con algún “problema”? Disgustarse, preocuparse, angustiarse, quejarse. ¿Verdad? Es decir, lo cargas todavía con más importancia, atas más el nudo. Al mismo tiempo que la mente es un poco “caballo Vasili” de aquella anécdota
Una mujer dejó su caballo al maestrante mientras tenía que ausentar algunos días. Y todos los días recibía un informe sobre el comportamiento del animal. Este es un extracto de uno de los primeros informes:
“…. Los ojos de guasón, el hocico alegre, se hacía pasar por un caballo tonto asustadizo. Pero no había nada de qué asustarse, alrededor no había nadie, todo estaba tranquilo, por lo que se paró, descargó justo en el centro de arena y luego se asustaba de su boñiga. Generalmente esto describe por completo al caballo Vasili”
Siento por algo de brutalidad de la anécdota, pero es que viene aquí como un guante. 🙂
Así que para eliminar esta “parte de Vasili” de tu mente, acostúmbrate a cualquier imprevisto o un “problema” reaccionar de otra forma: ANTES de caer en disgustos y preocupaciones, enfócalo como “una cuestión” que tienes que aclarar. Con lo cual, el algoritmo para resolver este problema será casi el mismo, que para cumplir los sueños:
1. Qué es lo que necesitas aclarar = qué problema debes resolver.
2. ¿Qué tienes para solucionar este problema?
3. ¿Qué te falta?
4. ¿Cómo puedes conseguir lo que te falta?
5. ¿Qué pasos debes hacer para conseguir lo que te falta y llegar a tu objetivo = resolver tu problema?
Y actúas según tu plan.
¿Y si tu problema no tiene solución? Siempre, siempre, siempre, hay soluciones para todos nuestros problemas. Nuestros problemas siempre están a “nuestra altura”, NUNCA nos dan más de lo que somos capaces de resolver en este momento de nuestra vida.
Aunque sea un “pase lo que pase” que también es una solución. Además, muchas veces la más eficaz, porque no estás creando los potenciales excesivos, con lo cual, no tensas la situación y se resuelve del mejor modo para ti.