Los viejos adolescentes. Part III




Los viejos adolescentes. Part I

Los viejos adolescentes. Part II 

“Los de abajo no quieren, los de arriba no pueden vivir como antes”

 

  1. “Capacidad ofensiva”.
    Lo más que se salta a la vista es la tremenda capacidad de “ofenderse”. Se ofenden con ganas, con todo lo que se les ocurra, algunos pueden llegar a ofenderse incluso si les hables del tiempo. A veces resulta imposible mantener conversación alguna con este tipo de personas por miedo de no herir sus sentimientos.
  2. Solo tienen 2 reacciones principales a cualquier replica u observación que les digas: defenderse – con ofenderse (ofensa y sus derivados); o atacar – culpar, insultar, humillar.
  3. “Seriedad”.
    Normalmente son muy serios, sonríen muy poco. A penas poseen o reprimen el sentido del humor por no hacer pasar por gente “poco seria” (irresponsable)

    En algunas sociedades existe una creencia muy firme: cuanto más serio eres, cuanto menos sonríes – más adulto eres => mereces más confianza y respeto. De lo contrario, sonrisas o alegría son muestras de debilidad, flaqueza, infantilismo, de no ser maduro, lo que produce desconfianza.
  1. “No soportar ninguna crítica”.  Incapacidad y desgana de verse desde fuera.
    Cualquier humano posee su propio “juego” de cualidades que, como regla general, tendría que conocer.

    A veces lo que consideras tu gran defecto, con otro enfoque puede revelarse como tu gran virtud. Y si no conoces ni aceptas el otro lado de tu “yo”, estás perdiendo tal oportunidad. En este sentido la crítica es útil.
  2. Incapacidad y desgana de reconocer sus errores e incapacidad de pedir perdón por ellos. Tal actitud paraliza cualquier actividad o iniciativa, porque por miedo de cometer error el hombre no hace nada => no se desarrolla.

(Todos los puntos de 1 a 5  podemos llamar “dominación del ego”)

  1. Prefieren actuar empleando la fuerza bruta.“Teniendo la fuerza física no necesitas cerebro”, un dicho ruso que refleja perfectamente tal postura.
    Los adolescentes siempre actúan juntos, en grupo y sus principales criterios son: la fuerza física y descaro.

    En la vida este comportamiento tienen diferentes mafias, grupos de terroristas, algunos países enteros.

  2. También podemos incluir aquí la tendencia en juntarse en grupos estrictos dividiendo al mundo en “nuestros” y “no nuestros”.
  3. Elegir y seguir al líder, depositando en él toda la responsabilidad por su bienestar. Ejemplos: países con totalitarismo.
    Por cierto, exigir trabajo al gobierno – también es una de las revelaciones del infantilismo mental.
  4. Ausencia de la fe en sí mismo. Baja autoestima. Autodesconocimiento. Falta de conocimientos sobre las “leyes del universo”.
    La frase típica aquí sería “y yo solo qué puedo hacer”.
  5. “Irresponsabilidad inconsciente”. Estado de vida inconsciente (en el sentido de no tomar las riendas de su vida en sus manos).
    Si los niños dependen de sus padres o de algún mayor, las personas-“niños” dependen de las circunstancias, de la opinión de los demás, del tiempo, de “dios”, del gobierno, del precio para petróleo.
  6.  Todos sabemos lo poco confiados  son los adolescentes, empiezan a negar la autoridad de los padres,  rechazan valores,  se vuelven muy “nigilistas”. Con los adolescentes mentales pasa lo mismo.  ¿Te suena: “soy ateo”, “no creo en dios”, “todo son tonterías”?
    Recuerda, en nuestro caso NO hablamos de “dios” tal y como lo pinta la iglesia, simplemente hablamos de una fuerza superior a nosotros, a la que obedece todo nuestro universo.
  7. Mayormente no saben la naturaleza de sus emociones, no conocen quienes son, sus verdaderos deseos y aspiraciones.  No saben reaccionar de forma adecuada a la situación. No conocen el propio valor. etc. A pesar de la rebeldía, siguen la rutina que le habían marcado (estereotipos, creencias, convicciones, modo de vida establecido “así vivía mi padre, así viviré yo, así vivirán mis hijos”, etc.)

Etc.

Si antes el humano RECIBÍA:

– de la naturaleza – sus dones,
– de la iglesia – el “perdón”,
– del gobierno – estabilidad,
– de las casualidades – la suerte,
– de dinero – felicidad
– etc.

Ahora la etapa de consumismo ha pasado y llego el momento cuando debemos DAR: creatividad, música, arte, manualidades, descubrimientos en ciencias, medicina, o simplemente buen humor, amor, felicidad, empezando por lo mínimo: cumplidos, buen humor, ánimos, etc.
Y ser responsables por nuestra propia felicidad, sin culpar ni al vecino, ni al gobierno, ni el tiempo, ni las condiciones de vida. Debemos aprender a crear nuestra propia buena realidad. 🙂

Conclusión:

La humanidad está atravesando la etapa de adolescencia.  Las interrelaciones, problemas, objetivos, gustos, deseos, modas, dudas, preguntas, sus búsquedas  …. todo esto es un proceso normal de la evolución.  La mentalidad de la mayoría ya no es de niños, pero tampoco de adultos.  Esta siguiente etapa tiene sus propias “herramientas”, reglas, visiones y modos de “superación”. Y nuestra tarea es aprender a vivir en estas nuevas condiciones.

Todo lo que necesitamos ya lo tenemos – la posibilidad de tejer el tapiz de la felicidad diaria con ayuda de aguja y el hilo de nuestra propia mente” (Sakyonh Nipam)

 

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