Comparación y la ropa ajena

Otra de las causas de la autoestima baja es la comparación, cuando te estás comparando con alguien o algo y esta comparación no te favorece. No vivimos en una isla perdida en el medio del océano, vivimos en una sociedad, rodeados de miles de personas y todos los días relacionamos cono decenas y centenas de ellas. Es muy difícil evitar compararse con alguien.

¿Cómo dejar de hacerlo? ¿Cómo dejar de depender de la opinión publica? Es lo que vamos a ver el 21 de junio, en nuestro curso “Cómo mantener la autoestima siempre  a la altura”.

Y a continuación, lee sobre lo “ajeno”, porque tiene algo que ver con la autoestima y volveremos más de una vez a este tema.

Es un fragmento del II tomo de Transurfing Reality de Vadim Zeland, autor, “inventor” de la técnica de Transurfing. Puedo decir que es la técnica de cómo relacionarse de forma eficaz con nuestra realidad. Tiene seguidores en todo el mundo, sus libros están traducidos a 20 idiomas.

El II tomo que voy a citar se titula “El susurro de las estrellas de madrugada”.

Observación, los “péndulos” son – cito: “grupos de personas cuyos pensamientos se orientan en la misma dirección, crean las estructuras de información energética: los péndulos.  Estas estructuras empiezan a desarrollarse independientemente y someten a las personas a sus leyes.  Las personas no se dan cuenta de que actúan involuntariamente en intereses de los péndulos.”  (fin de la cita)

Por ejemplo, los fans de Real Madrid crean un péndulo que se opone al otro, el de Barça.

Así que cada vez que se habla de los péndulos, sepan, que es un conjunto o grupo de personas que piensan en la misma dirección, es decir, tienen algún interés en común. Y aunque todo empieza por buenas intenciones,  llega un momento cuando los intereses del grupo empiezan a prevaler sobre los intereses del individuo, imponiéndole los pensamientos, los valores, la actitud que le interesa al péndulo y no al individuo. Una de las manifestaciones de este fenómeno es conocida como “la opinión pública”.

[…] Cada persona tiene su propio camino de vida, donde hallará la auténtica felicidad. Pero ¿cómo encontrar este camino? […]

[…] En este capítulo hablaremos sobre cómo distinguir las aspiraciones auténticas de nuestra alma de los objetivos falsos que intentan imponernos los péndulos a cada paso. El problema es que un objetivo falso, a pesar de todo su atractivo, no te da nada, salvo decepción. Al obsesionarte con un objetivo falso no conseguirás nada y tus esfuerzos consumidos sólo servirán para alimentar a los péndulos o, cuando consigas el objetivo, te convencerás de que no lo necesitabas en absoluto. ¿Crees que merece la pena desperdiciar la única posibilidad que nos brinda la vida y perder el tiempo valioso en corregir errores?[…]

[…]La búsqueda de ropa es el ejemplo más simple y convincente que hay y, al mismo tiempo, puede servirte de entrenamiento para tu capacidad de determinar tus propios objetivos. Recuerda aquellos casos en que compraste una prenda que te pareció apropiada a primera vista, pero luego dejó de gustarte, o no te quedaba bien, o tenía algún defecto. Pero otras veces suele ocurrir que apenas ver una prenda, la compras enseguida sin dudarlo, y hasta hoy sigue gustándote. La diferencia entre estas prendas está en que la primera es ajena y la segunda es tuya.

La primera prenda, la que te ha parecido atractiva, estaba destinada a otra persona. Puede que se la vieras puesta a un conocido o en un maniquí. Si una prenda les va bien a los demás, no significa que a ti te quede igual de bien. Y eso no es un defecto corporal, sino su cualidad. No es muy bueno ser un maniquí al que todo le queda bien. Lo que más efecto causa no es la belleza generalmente aceptada, sino la individualidad bien acentuada.[…]  (fin de cita)

 Saglara

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