Creo que no existe en el mundo una persona que no conoce otro conflicto en nuestro globo terráqueo: entre Rusia y Ucrania.
Como soy de Rusia, también me he vista envuelta en el tema. Pero mayormente estoy observando el comportamiento de la gente. Y mis observaciones son los siguientes:
el tiempo en el que nos toca vivir y sobre todo los acontecimientos como este, nos demuestran claramente la diferencia entre dos mundos: el mundo oscuro de ignorancia y pobreza espiritual y el mundo de la gente de otro nivel, más alto, gente que es capaz de razonar y distinguir la pura propaganda de la verdad.
Y es cierto, estamos pasando justo por el límite: el nuevo ya está naciendo y cogiendo fuerzas, y el viejo que no quiere dejar el “campo de batalla” sin más y está luchando.
A qué viene todo este sermón, a que la salida está en el desarrollo personal y espiritual de cada uno de nosotros.
Ya sabéis, como espiritual no me refiero “religioso” o empalagosamente “amoroso”, sino ser capaces de escuchar las verdaderas llamadas de nuestro corazón y el alma. Saber el propósito de nuestro nacimiento.
¿Qué es lo que venimos a cumplir en este mundo? Y esta pregunta se vuelve clave para el día de hoy para cualquiera que está cansado de vivir “a ciegas”.
SKH