Más allá de la Tierra, más allá del infinito,
intentaba ver el Cielo y el Infierno,
Y una voz solemne me dijo:
«El Cielo y el Infierno están en ti»
(Omar Jayam)
Omar Jayam fue matematico, astrónomo y poeta persa. Su sabiduría era inmensa! Una de sus más conocidas obras es Rubayat (las “cuartetas” … poemas de 4 líneas)
Lo más interesante es que sus poemas cada uno interpreta a su manera. Habla mucho de deleite de amor, de vino y de la vida. Algunos le conocen como gran bebedor de vino. Incluso, hay un anécdota: “Vino marido a casa borracho hasta no más poder y a todas protestas de su mujer dijo: “Y qué, Omar también era un borracho, él bebía y yo beberé”. 🙂 ))
Así es la interpretación occidental. Directa y sin rodeos.
Incluso los criticos literarios muchas veces tampoco toman en cuenta lo especifica que es la mente oriental! Los orientales NUNCA hablan directamente. Siempre con metáforas, analogías, doble sentido, juegos de palabra. En parte porque estaba prohibido hablar abiertamente de ciertos temas. En parte porque de esta forma, solo las mentes más curiosas llegarían a comprender la esencia del mensaje oculto. Como una gimnasia para los “sesos”. Y en parte porque entendían que nuestra realidad es una ilusión, donde cada uno comprende su interacción con ella según … 🙂
Y los verdaderos conocedores de las obras de Jayam, los de oriente, dicen que están cifrados y si llegamos a descifrarlas, sería posible escribir un libro entero de cada cuarteto.
Vamos a ver un buenisimo ejemplo:
“En iglesias, mezquitas y sinagogas, sólo
se refugian los débiles que temen al infierno.
Aquel que bebe vino, en su pecho no siembra
la mala semilla del ruego y el espanto.”
A primera vista parece que habla a mucho favor de las bodegas españolas, por lo que españoles le deberían de querer. jejeje.
Da la sensación de que llama dejar de creer en las “iglesias” y disfrutar de la vida emborrachándose y olvidando de todo.
Así lo comprenderá un lector poco “ducho”. En parte tendrá razón, pues el vino alegra el alma, hace olvidar los problemas, el vino llena a uno de “valentía” y el “rogar” no está entre los virtudes que “obsequia”. Pero a qué precio?? A precio de una resaca, dolor de cabeza, degradación y al terminar el efecto de alcohol, todos problemas vuelven triplicados. Así que para que un mensaje nos llega a través de los siglos (el poeta vivía en el siglo I) y seguía siendo apreciado, debería de contener algo más valioso. ¿Qué?
Vamos a cambiar el enfoque y por un momento intentemos ser orientales con su mente extravagante. Reemplazaremos la palabra “vino” por “sabiduría”. ¿Te das cuenta como cambia la cosa?
Ahora entendemos por qué las iglesias, mezquitas y sinagogas es un refugio para los débiles. Nosotros ya sabemos que para “estar con dios” no necesitas ningún intermedio, solo tu y él.
Beber de sabiduría es un placer, pues el universo te descubre sus secretos, abre sus horizontes, desaparece la desesperación, alegría y felicidad llenará tu ser. No necesitarás pedir nada, pues el universo te regalará todo, siempre está dispuesta a dártelo todo, lo que pasa que nosotros estamos cerrados para sus regalos. No haya espantos o miedos, porque si estás lleno de fe, si confías, si tienes la visión clara (aunque no la tuvieras) no hay miedo al futuro, ni a la muerte, ni a los malos tratos, ni a los cambios, etc.
Ven, cuánto sentido en apenas 4 líneas? Y si reemplazamos su “amor a la mujer bella”? “copa”, “arcilla”, etc. etc. etc. !!!
Todas sus poemas nos abrirán un pozo sin fondo de sabiduría que en todos los tiempos y lugares era tan necesaria para … ¿sentirnos felices y alegres? ¿Trucos y consejos para vivir en paz y armonía? ¿Realizar nuestra predestinación sin temor ni miedo? Reintegrarse, reencontrarse, reunirse con uno mismo. Y un largo etcétera.
Esta es la sabiduría de los borrachos. Borrachos de la sabiduría.