Siguiendo el tema de ser Dueño.
Una caracola: a cualquier roce se esconde.
Son instintos básicos de superviviencia. Las personas “dormidas” actúan exactamente igual: se “esconden” (“sentirse ofendido”, “encerrarse en sus creencias”, etc.) Los más agresivos de lo contrario – atacan.
Como podemos entender, tal actitud es muy poco eficaz: se pierden oportunidades, conocimientos, el crecimiento (cualquier superación de si mismo ya supone tu crecimiento como persona), y otros “mejoramientos” de tu vida y tu como persona.
¿Cómo actuaría una persona despierta? Ante algo desconocido NO rechazar, NO negar, NO esconderse, sino ver y preguntarse: qué es, para qué me vino, qué me trae, cómo la puedo aprovechar, si hace daño a los demás.
Y eliges: si te viene bien – lo “recoges”, si no – lo “tiras”.
Puedes seguir obediente a los instintos, o puedes convertirte en el Dueño de tu propia vida, tomar las riendas de ella en tus manos y dirigirla hacia donde tu quieras.
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P.D.: la protagonista de este post – la caracola fue encontrada en la carretera Lugo – San Juan de Retorta en uno de mis Caminos de Santiago. Después de la sesión de fotos fue dejada en libertad en la hierba cercana.