Estamos en temporada de sandías. Para mi, y creo que se me ha quedado desde pequeña :), una de las frustraciones más grandes es comprar la sandía, traerla a casa, todo el camino saboreando el placer de comerla tan fría y tan ricam y al abrir encontrar con algo poco maduro, ácido y casi sin sabor. Aaahhh!!! 🙂
Para que esto no te pase a ti, aquí te dejo los criterios que te ayudarán a elegir una buena sandía.
Aunque no sé en qué medida son eficaces en España, comparto como la elegimos en mi región – en Kalmikia. 🙂
¡Espero que te sirva!
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1. Por el tamaño.
Normalmente se considera que sandías no pueden alcanzar los tamaños tan grandes que a veces puedes ver, sin ser hinchados de “esteroiodes” agrícolas. 🙂
2. Por la mancha amarilla.
Si habías notado, todas sandías tienen una mancha amarilla en un costado. Cuanto más amarilla es la mancha más dulce y rica es la sandía.
3. Por el sexo.
¿Sabías que las sandías también se distinguen por el género? 🙂 Hay sandías chicas y hay “machos”, chicos. 🙂 Los “chicos” son más grandes y ovalados, “chicas” son mas pequeñas y un poco “aplastadas”.
4. Por el sonido.
Una sandía madura tiene sonido más sonoro. Y si al apretar cruje, significa que está madura y lista para comer.
5. Por el rabo.
El rabito amarillento y seco es buen indicio de madurez de la fruta. Mientras uno verde solo dice que la sandía fue recogida antes de tiempo.
6. Por el olor.
La cascara de sandía debería oler a frescura “sandíllana” :). Y si no huele a nada, es un indicio de que lo más probable no ha sido cultivada de forma ecológica.
Buen proveche!