¿Te apetece una galleta?

–No, gracias; no me gustaría intentarlo –rogó Alicia–; estoy muy a gusto aquí… 

sólo que estoy tan acalorada y tengo tanta sed…
–¡Ya sé lo que tú necesitas! –declaró la Reina de buen grado, sacándose una
cajita del bolsillo–. ¿Te apetece una galleta?” (Alicia en el País de las Maravillas)

¿Recuerdas esta frase de este fabuloso cuento? 🙂 Todo se hubiera quedado en unas risas si no fuera una triste realidad.

 

¿Sabías que en el campo de “desarrollo personal” existe: coaching, mentoring, supervisión, consultoría … ???

Son diferentes formas de ayudarte a ti a conseguir tu objetivo.  La forma consiste en los enfoques, objetivos y modos de trabajo. Y ninguna de estas formas no tiene nada malo en sí. 

Lo malo empieza cuando alguien, que se titula “coach”, empieza a ceñirse a las reglas de alguna de estas formas, sin ver las verdaderas necesidades del cliente que está delante. Es decir, lo más importante para él es la forma (la forma de su coaching) y no el contenido (la persona y su problema).  A esta triste conclusión he llegado después de intentar recibir ayuda de los que se llamaron “coaches”. 

No lo sé a qué se debía tal buena suerte :), pero me sentía Alicia en el País de las Maravillas:”¡Tengo tanta sed! … – ¿Quieres una galleta?”  A qué voy, a lo de siempre: antes de empezar a trabajar con un especialista, hay que elegir escrupulosamente uno que sea adecuado para tu personalidad y tus problemas. Para esto, yo por ejemplo, doy clases de puertas abiertas, presentaciones, charlas, conferencias, tanto presenciales como on-line. Si te apetece ver cómo trabajo, sigue nuestra agenda.

 

 

alicia en el pais

 

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