Dicen que el mundo se acaba el 21 de diciembre. Pero el objetivo de mi artículo no es averiguar la veracidad de esta información, ni discutir sobre el por qué. Simplemente decir que las “circunstancias” nos regalan una exelente oportunidad de vivir la intensidad del momento “aquí y ahora”.
Imagina que es verdad y el mundo se acaba el 21 de diciembre. ¿Qué vas a hacer en estos 3 “últimos” días que quedan? ))) Si el mundo se acaba, ¿qué sentido tiene agitarse “en vano” sin probar lo que siempre quiciste, pero nunca te lo permitiste? (no se trata de los deseos perversos). Si el mundo no se acaba, al menos tendrás una positiva experiencia más, que quizá cambiará tu vida.
Y si eres un escéptico y no crees en este tipo de chorradas … no te parece que estos días son buenos para hacer una “limpieza” general de tu vida: corregir el rumbo, revisar tus objetivos y valores. Por si las moscas. Pues si el mundo se acaba, da lo mismo. Pero si no, estarás más que preparado para celebrar la vida nueva en el año nuevo. ¿no te parece?
SKH