Vocabulario

El propósito de este vocabulario es “despegarte” de aquel estereotipo sobre Dios, amor, espiritualidad, dinero e otros “térmnos” que te inculcaron desde pequeño y en cambio ofrecerte otro enfoque, digamos, actualizar la base de datos de tus conocimientos. Porque todo ya no es lo que era, ni todo es lo que parece. 🙂

Dios

Es un poco “dificilillo” explicar qué es Dios. Dios es todo. 🙂 Él no se limita de ser solo Allah, o Jesus Cristo, o Budda, o Krishna. Dios eres tú, soy yo, es ella y él. Es la más pequeña piedra y la estrella más lejana. Es cualquier manifestación del mundo material y espiritual que conocemos y no (conocemos). No se me ocurre otra comparación distinta de la que existe: imagina que nuestro mundo con nosotros y nuestras “bienes”: ciudades, casas, coches, vecinos, árbloes, gatos, líquidos, microbios, nuestro planeta, estrellas  – todos somos partes de un océano muy grande, pero no aquel líquido, sino un océano de energía y nosotros somos diferentes manifestaciones de esta energía. Pues, todo eso es … Dios.

Suena un poco decepcionante, ¿verdad? 🙂

No obstante, por ser una humana normal y corriente puedo equivocarme y casi seguro que me equivoco, de momento nadie sabe la verdad.  Y Dios del que te estoy hablando y del que estaré hablando “a lo largo” de toda esta web, no es ni vengativo, ni amoroso, ni severo, ni bondadoso. Es verdad que su “actitud” se basa en el Amor hacia cada uno de nosotros, sin importarle ni nuestra raza, ni el “grado de bondad”, ni las veces de “avemaria” contadas con el rosario, ni si somos buenos o malos. Y te diré más: Dios es el Amor. El Amor es Dios. (Te lo debo decir, aunque corriendo el riesgo de que te lío. 🙂 ) Considerar a Dios y el Amor por separado es como ver un color amarillo y otro rojo por separados. Pero mézclalos y obtienes otro color: naranja. En cuando comprendas esta mezcla indivisa entre Dios y Amor, descubrirás uno de los secretos del éxito en la vida. Cosa muy práctica, ¿no te parece?

Lo bueno que tiene todo eso es que tu lo puedes llamar o imaginar a Dios como más te apetezca, pero su esencia seguirá siendo la misma independiendo de cómo lo imaginas.  La única condición y lo que más te pido es que no lo “humanices”, ni le adjudiques las cualidades por las que nosotros, los humanos, nos caracterisamos.

Amor

El amor del que estoy hablando yo, no tiene nada que ver con el primer “enamoramiento”, ni con el amor de la madre al hijo, ni de mujer al hombre, etc. Sí, son amores, pero solo son manifestaciones particulares del amor al que me refiero. El Amor del que te hablo engloba todos estos sentimientos y aun tiene muchisima más cabida que “llenar”. Personas, animales, objetos o cualquier cosa que despierta el amor en nosotros sólo son catalizadores que entrando en el proceso de nuestra interacción con el mundo liberan (aumentan) nuestra reacción en todos niveles sensitivos, el conjunto de los cuales nosotros llamamos “estar enamorado, amar”. Este amor es el que sientes pintando un batik después de llegar del trabajo. Este amor es la pasión de un futbolista chutando la pelota y mandándola directamente a las puertas del contrincante desde un ángulo imposible. Este amor es el que irradia el sol que junto con las nubes dibujan cuadros en el cielo, impresionantes y irrepetibles. Este amor que nos hace sentir felices.
Y la gran verdad es que podemos amar (sentir los mismos sentimientos del “primer enamoramiento”), lo que se dice “porque sí”, sin necesidad de tener algo o alguien, simplemente por querer estar en este estado, simplimente sabiendo cómo se hace.

Por si te ayda a comprender mejor: el amor del que hablo es como gasolina para el coche, sin este amor no llegarás lejos, ni llegarás bien.

El alma 

Aunque tú eres “un todo único” en sentido que no andas por allí por partes separados, 🙂 sin embargo estás “compuesto” de varios “detalles”: los cuerpos (que según diferentes fuentes y categorías el hombre los tiene de 2 a 7 “unidades”) y el espíritu (el alma). Por muy descabellada que te parezca la idea, pero precisamente el espíritu, el alma es la que “baila la música”. Es, lo que se llama, tu “verdadero Yo” o tu “Yo interior“.  Y el cuerpo físico que nos conocemos por su nombre, apellido, los razgos de su cara, etc.  Sólo son ropa para el alma, su templo, su “casa”.

¿Qué haces tú, cuando tu ropa se queda vieja? La tiras. En el contexto humano, la ropa “muere”. Pero solo la ropa, porque el alma sigue viva. Por eso es posible la reincarnación. Sino, ¿cómo explicas estos fenómenos de gente que recuerda su vida pasada?

Reflexiona un poco sobre este video:

http://www.youtube.com/watch?v=TI73N6onbG4

 

Espiritual y religioso

“Cuando el sabio señala la Luna con el dedo, el imbécil se queda mirando el dedo” (viejo proverbio chino)
Ser espiritual – es ver la Luna.
Ser religioso es ser aquel imbécil que mira el dedo. Algunos incluso lo chupan. 🙂

 

Desmintiendo confusiones. Dios furioso

Hay un estereotipo establecido en la “mente occidental” que el budismo es una religion tranquila, pacífica y hasta abúlica, lo mismo que todos budistas son tranquilos y sonrientes pobres. 🙂 Pues esa equivocación es muy grande, por no decir grave. 🙂  De los pobres hablaremos en otra ocasión, por ahora os contaré sobre este dios llamado Vajrapani (en sanscrito: vajra – “rayo”, “diamante”, pāṇi – “mantener en la mano” = “con el rayo en la mano”). Uno de los dioses – guardianes del Budismo y de Budda. Su cara expresa ira. Sí-sí, los budistas también podemos tener ira. )))

Ira a la ignorancia. Está furioso porque la ignorancia es una dama muy pesada y nunca te deja “porque sí”. En cuanto se pega a uno es muy difícil deshacerse de ella. Y si quieres seguir los principios budistas, así mismo como a cualquier otro principio que te lleva por el camino de la perfección y sabiduría (lee: “llevar una vida feliz, sana, próspera, sentirse realizado, crear obras maestras, ser útil, eficaz, amar y ser amad@, …”) debes deshacerte de cualquier modo de esta “madamme”, hasta poniéndote furioso si hace falta.

De modo que si miramos mas allá de la expresión de su cara y nuestros estereotipos, podemos percibir que está furioso por el bien de nosotros mismos, protegienéndonos y advertiéndonos del peligro de la ignorancia. Te pido que te acuerdas de este ejemplo.

Por si acaso. 😉

 

Cuestión de la “patada mágica”

Sí, estoy de acuerdo contigo que la “patada” suena bastante fuerte fuera del campo de futbol. 🙂 No obstante, su uso en esta página tiene su razón de ser.

Recuérda, ¿acaso no empezamos a “movernos” solo cuando se nos da la patada: alguien o algo, o la vida misma?

Ejemplos de las patadas: la mujer deja al hombre y este intenta apaciguarse (si es fuerte) en la religión o intenta ser mejor o descubrir todos secretos de la seducción para recuperarse del dolor y como resultado de su búsqueda encuentra su media naranja que resulta ser mucho más “naranja” 🙂 que su mujer anterior. ¿Ha mejorado su vida? Definitivamente sí. Al final el hombre es más feliz que antes. si no hubiera sido por la patada de su separación, ahora probablemente estuviera formando parte de la infeliz mayoría.

A uno le echan del trabajo. Y este se convierte en emprendedor y al final sale ganando. Es feliz. ¿Te suena alguna de estas historias?

En una familia muere el hijo …. No, creo que aun no estás listo para comprender el tema de la muerte. Así que dejémoslo de momento.

Ah, y ¿”Kung Fu Panda” la película de animación cuyas imagenes he utilizado para ilustrar mi explicación? Po – el protagonista oso panda que admiraba el Kung Fu, pero no se atrevía ni a soñar con aprender a pelear, porque era demasiado torpe y con sobrepeso. Se hubiese quedado así para siempre si no fuera por una extraña coincidencia de ser elegido por el anciano maestro Oogway como el Guerrero del Dragón, el único capaz de derrotar al enemigo del pueblo.  En cierto modo Po también ha recibido una patada de su destino que le llevó a cumplir su sueño: aprender Kung Fu y ser el mejor luchador. Y aparte de eso, cuántas patadas recibe de su maestro – ¡ni te cuento! 🙂 Y no es porque su maestro le odiaba, sino porque sin ellas el panda nunca llegaría a ser el que fue: un rescatador. 🙂

Así que las patadas que nos da la vida son para que nos espabilemos y no nos quedemos estancados, pudriéndonos, en un sitio. Los aficcionados al futbol me  comprenderán bien: sin patadas no hay goles. 🙂

Normalmente, primero la vida nos envía unos cuantos suaves toques de aviso, pero estos pasan desapercebidos por nosotros. Es entonces,  cuando la vida o la realidad  ponen en marcha la “artillería pesada” y nos manda desgracias de cualquier tipo, dolor y otras “amarguras”. Y todo eso con el único propósito: que hagamos algo al respecto. Por algo dicen que cualquier cambio es sólo para mejor. Por tanto no culpemos la vida o la realidad de ser  crudos, sino a nosotros mismos por ser tan  “cortezudos”. 🙂

Ahora vamos a hacer un ejercicio: lee la palabra “PATADA” en el contexto que te acabo de dar y sólo a su “aplicación” dentro de este contexto. Sin pensar que si es vulgar o es de “alta sociedad”. Es una palabra y significa: “dar un empujón necesario para que la persona EMPIEZA a moverse cambiando el rumbo de su vida”. Ya está. Sólo eso. Y ahora: aún te suena fuerte la palabra “patada”. ¿??? )))

Y si no te gusta la imagen de este artículo de arriba, siempre hay alternativas como esta. 🙂

Dale patada-(empujón) a tu vida. Cámbiala. Mejórala. Vívela.

Muchas veces para hacer primer paso hay que recibir una patada en el culo.

 

 Dinero

El dinero es el medio de intercambio común generalmente aceptado. Representa interes sólo si puede estar intercambiado por productos y/o servicios.  También en mayoría de los casos es la medida para determinar el valor de un producto o servicio.

 

 

 

 

 

 

 

Camino medio o “Dorado término medio” o “Aurea mediocritas”

Como nos muestra la práctica y la palabra de los sabios, el “camino medio” (en budismo) o “dorado término medio” (la definición occidental) es  la decisión más óptima para resolver cualquier situación o problema que está justo en el medio entre  los extremos.  La mala interpretación hizo que algunos atribuyen al término el significado negativo (ser mediocre).

Para evitar errores en su uso e interpretación, debemos recordar que el término nunca se utiliza contestando a la pregunta “¿qué?” en el sentido de proponer objetivos, marcar metas. Pues el objetivo y meta sirven para nuestra perfección. Y según mi querido Dali: “No le teman a la perfección, ustedes jamás la alcanzarán”. ¿Qué es lo que quiero conseguir? – Ser médico. Eso supone “ser el buen médico”, pues nadie aspira ser mal médico. Otra cosa es: conseguirá o no ser el mejor médico. ¿Cómo debe proceder este individuo para llegar a ser buen médico? Y aquí sí que debemos de acordarnos de nuestra “aurea medioscritas”: estudiar de forma metódica, sin olvidar de vivir. (Si vivirá sin estudiar – no llegará a ser médico, si estudiará sin “vivir” – perderá los mejores años de su juventud en las oscuras bibliotecas de la universidad lo que le puede convertir en una persona desagradable.  Y una persona desagradable … ¿te gustan los médicos desagradables?

El término tiene su lógica y siempre debe tenerse en cuenta a la hora de hacernos la pregunta “¿cómo?“, es decir al modo de conseguir el objetivo: ¿Cómo consigo ser feliz? – Siendo rico y haciendo algo que me llene el corazón.

 

 

 

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