“Sólo es un niño”




Me ha ocurrido una situación que nunca sé cómo reaccionar.

Fui al super, al entrar me encontré con un chico de unos 6 años que al romper un envoltorio de chuches que tenía en la mano, de repente me escupió un trozo a mi. El escupitajo llegar no llegó, pero me quedé más que sorprendida. Entonces, paré y le miré muy soprendida como que “¿Y a qué viene esto?” Su madre y la hermana (no mucho mayor que él) estaban pagando en la caja y la hermana al ver lo ocurrido, precipitó a tranquilizarme:”Solo es un niño”. Ehh … ¿”solo es un niño”? Ella misma no le sacaba más de 2 años al “solo niño”. El niño tampoco era un bebé como para no entender la moral más básica.

Sé cómo sacar provecho de cualquier cosa negativa. Sé diagnosticar los problemas y encontrar soluciones personalizadas y eficaces, sé cómo trabajar con ellos. Sé seguir las causas y consecuencias. Sé la relación entre estado de ánimo y enfermedades. Sé un montón de cosas, pero nunca sabía ni sé tratar con este tipo de gente. Pasar como si nada, no he podido, me han escupido en la cara y ¿tengo que hacer la vista gorda?? No. ¿Discutir con ellos? Noo!!! Me ganarían. ¿Parar y hablar? Una pérdida de tiempo. Si su madre no se ocupa de educar a su hijo, ¿qué puedo hacer yo? Nada. Si la madre misma no tiene educación, ¿que puedo hacer yo? Nada. Así que lo único que se me ha ocurrido es decir “¿Y qué? Y ¿qué que es un niño?”

De respuesta escuché que llamarán a policía y no sé qué amenazas. Mi otra palabra fue en ruso y significaba “Sigue hablando”. A veces funciona, porque al escuchar algo desconocido, y sobre todo de una “china”, cuyo acento de repente no es chino, la gente se pierde y no sabe qué contestar. En este caso, mi espalda escuchó repetidas veces que tengo que volver a mi país.

Creo que no hace falta que os diga que mientras viva la convicción errónea de “sólo es un niño” o “niña” – seguiremos igual: con el “machismo” y violencia de género, falta de respeto y ignorancia.  Estas son las raíces: la ignorancia de los padres, su amor ciego. Pues los cimientos de una futura persona se sientan desde “niñ@”. Desde la infancia de los padres del niño. Los gérmenes de nuestro bien o mal están dentro de cada uno de nosotros.

 

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