Señales del Universo. El vuelo de la pluma

Dicen que las plumas – son señales que nos mandan nuestros ángeles para decir que están con nosotros.

Hoy ellos me enviaron una. Como norma general, no todas las plumas pueden servir de señal. Los pájaros a veces se despluman también. 🙂 Solo las plumas que llamaron tu atención. Esta pluma sí que llamó mi atención. Era muy  esmerada? Con una cenefa blanca que marcaba el contorno de la pluma.

La recogí del suelo. La contemplé y sin saber qué más hacer con ella, la tiré. Y en vez de caer de picado, tal y como yo esperaba de ella, de repente empezó a bailar en el aire, bajando en una perfecta espiral. Y se aterrizó en la punta de una hoja del árbol que estaba al lado. Era impresionante!!!





Para que esto ocurra, creo que ni entrenando siglos podrás lograr.  Y tuve este chance! Entonces, entendí que era la respuesta a mi pregunta que les he hecho un par de horas antes. Pero en realidad, no ha pasado todo exactamente así.

Aunque el baile de la hoja de verdad era impresionante. El video no me ha salido a la primera. 🙂

Esta es la pluma-protagonista en su punto de aterrizaje

Pasé mucho tiempo corriendo por el paque, tirando la hoja con fuerza y sin fuerza. Probando con viento y sin el viento. Contra el viento y a favor de él.  Y cuando lograba un vuelo de la pluma bonito, resultaba que no se veía bien en el video, sea por la sombra del árbol o porque grabé contra el sol.
Cualquiera que me ve en aquel momento!!! 🙂  Pero sorprendentemente, en estos momentos no ha pasado ni alma por aquel parte del parque. Otra “coincidencia” más. 🙂

 

En estos intentos mis ambos hemisferios funcionaban de maravilla: uno calculaba la fuerza del viento, otro comprobaba la luz, dirección y el fondo, mientras que el tercero mantenía la cámara enfocando con una mano y con la otra la fuerza necesaria para tirar la pluma en la dirección correcta. 😀

Hubo un momento que quise ir a buscar algún techo para tirar la pluma desde ahí, porque me parecía que caía demasiado rápido. Y los bancos no me parecían tener la altura digna para esta tarea. 😀

En fin, corría detrás de esta pluma por todo el parque, me metía a por ella en los arbustos, donde que de vez en cuando aterrizaba con visita mi pluma, la tiraba, recogía y volvía a tirar, procurando grabar la mejor toma. 🙂

Una vez se fue a aterrizar al lado de un arbusto, la fui a recoger, pero no estaba. Y eso que yo he visto con mis ojos, hacia dónde voló y dónde aproximadamente tuvo que estar. Pena que borré el video. Investigando casi centímetro por centímetro, seguía sin encontrarla. Bueno, – pensé, – puede que se haya metido en un agujero hacia otras dimensiones.  O en  la madriguera de un conejo, que en aquel pradito hay muchos agujeros dentro de la tierra. Yo qué sé, estaba dispuesta a aceptar cualquier hecho y empecé a sentirme un poco Alicia en el País de las Maravillas. 🙂 Con este pensamiento, decidí echar el último vistazo por el lado, donde menos esperaba encontrarla. (repito, he visto dónde se caía 🙂 ). Y la vi, escondida debajo de una bolsa de plástico. ¿Cómo? ¿Cómo pudo aparecer ahí ? La única razón que se me ocurre es que a  mis Ángeles de la Guarda   también les gustó el juego. 🙂 Porque en uno de mis siguientes intentos me salió el video que podéis ver. 🙂

Y el mensaje-respuesta fue:  insiste, sigue jugando, te ayudaremos y lograrás milagros. 😀 Solo que sigue jugando.  😉

En camuflaje 🙂

Recuerden que dije que no hubo ni alma en el parque en aquel momento? Resulta que sí, hubo. Esta. 🙂 Simplemente que estaba camuflada. 🙂

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